La Ciudad Primada de Cuba, Baracoa, fue fundada en 1512 con el nombre de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa por el adelantado Diego Velázquez. Reconocida como el más antiguo asentamiento de la Isla, después de la llegada de los colonizadores españoles, fue la primera Villa y el primer obispado y en 1518 recibió el nombramiento de ciudad. Finalmente más conocida como Baracoa, su nombre proviene de un vocablo aborigen que significa “presencia de mar” en franca alusión al ambiente marino que contrasta con las montañas y los ríos de la región.
Baracoa se localiza en la provincia más oriental del país, al norte de Guantánamo. Durante los siglos XVI y XVII al estar incomunicada del resto de la isla por tierra, hizo que su escasa población comerciara de contrabando con franceses e ingleses. A principio del siglo XIX se instalaron en la Villa numerosos colonos franceses que huyeron de la revolución independentista de Haití, y se dedicaron al cultivo del café y del cacao, de ahí la influencia francesa que existe en Baracoa y en el territorio oriental. El dominio español dejó sus huellas en las construcciones de la localidad, su Centro Histórico declarado Monumento Nacional, mantiene el trazado urbano original y la arquitectura de madera es única. Entre las fortificaciones más importantes se destacan: El Castillo y La Punta y los torreones de Joa y del Cementerio.
Con un relieve predominantemente montañoso y peculiar, Baracoa presume por todo su encanto, donde el mar, las montañas cubiertas de tupido follaje y sus abundantes arterias fluviales, confluyen y conforman un atractivo escenario natural, con elementos de carácter histórico y cultural, que cautivan la atención del visitante. El propio acceso por carretera a través del viaducto La Farola, que serpentea entre las montañas, constituye sólo un anticipo de sus múltiples atracciones, devenido destino turístico por excelencia de Cuba. Esta carretera cuenta con 11 puentes colgantes y su punto más elevado son los Altos de Cotilla, a más de 600 metros sobre el nivel del mar..
En el corazón del grupo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa, se encuentra el Parque Nacional Alejandro de Humbolt, de unas 70 000 hectáreas. Parque de gran importancia ecológica, donde habitan en sus predios cerca de un millar de especies de la flora, la tercera parte de las reportadas en Cuba, algunas únicas de esta zona, representativas de los bosques pluviales de la región caribeña, donde habitan además muchas especies de la fauna endémica de la Isla. El impresionante y vasto ecosistema, se considera prácticamente virgen gracias a su despoblamiento e inaccesibilidad. Resulta además una extraordinaria colección paisajística de montañas, mesetas, valles, ríos, bahías de bolsa, islotes y arrecifes coralinos costeros. Comparte la zona las famosas montañas Cuchillas del Toa, declaradas por la UNESCO como Reservas de la Biosfera.
Otro de sus atractivos naturales que le sorprenderá es el Yunque, una montaña de 560 metros de altura en forma de meseta que debe su nombre a la forma vertical de sus paredones y a su cima aplanada. Hoy es posible ascender esta montaña, donde al paso de los caminantes se une la belleza de su paisaje. Asimismo, podrá remontar los ríos Miel, Duaba, Yumurí y Toa en una cayuca, -embarcación típica de la zona-; o también refrescarse y tomar el sol en las playas Maguana, Saratoga o Duaba, que resultan muy recomendables.
Baracoa, Ciudad Primada de Cuba; de cualquier manera que elija nombrársele, siempre será un paraíso ecológico e histórico, que le estará esperando para brindarle todo su encanto natural.
Otro de los atractivos naturales que te sorprenderá es el Yunque, una montaña de 560 metros en forma de meseta. Su nombre se le dio por la forma vertical de sus muros y el lado superior es plano. Es posible escalar la montaña.
Puedes remar en los ríos Miel, Duaba, Yumuri y Toa en una cayuca, que es una embarcación típica de la zona, o puedes disfrutar del sol en las playas Maguana, Saratoga o Duaba.